domingo, 14 de abril de 2013

Relato ( I )


Nos encontramos en una encrucijada con el alma en la mano; ¿qué historia te perseguía? jamás lo supe, sólo sé que nuestros corazones estaban heridos, nuestras alas rotas y entonces ese día nos cobijamos mutuamente; sin un rose, sin una piel así desnudos en esencia; no fui yo estaba demasiado lastimado para poder comenzar algo nuevo, sólo quería ser sacado de mi propio ser y me botarán lejos de este planeta; mas sin embargo, ahí estabas mojándote bajo el frío del espíritu desolado; quizá con miedo, quizá temerosa de lo que pudiera pasar con tu vida.

Unas palabras a través de un papel que yo quizá hubiera quemado para no tener constancia de mis sentimientos, de mi desolación tú leíste ese papel anotaste unas cuantas líneas y el papel volvió a mis manos evidentemente intrigado lo leí pensé "se trata de un juego" esbocé una sonrisa alejándome en ese momento; ya en casa vi de nuevo el papel automáticamente seguí línea a línea, sin saber sí volvería a encontrarte; mas eso no me preocupaba, aunque esas ansias se comenzaron a instalar en mis deseos.

Al día siguiente estaba ahí en el parque, el sol despiadado encima de mí y no apareciste, me dije "esto es un error" tomé el papel escribí unas cuantas líneas lo doble en cuatro, lo deje en una rendija que el tiempo lo destruyera que borrara lo ahí plasmado; que poco había durado el juego, me fui a casa, tomé el camino más largo para evitar llegar. El día llegó a su fin mi mente dando vueltas en lo mismo en esas imágenes que me perseguían desde aquel momento en que dejaron desolado mi corazón.

Llegué con paso lento sin prisa total, mi mente envuelta en un vacío auto infligido me senté a mirar a la gente pasar todos sumidos en sus vidas sin notarme, de reojo vi la rendija, el papel medio desacomodado entonces como si me hubieran golpeado el pecho el corazón comienza a latir rápidamente lo saqué, desdoblé y ahí había algo más, mis ojos incrédulos ven y mi cabeza lee, se esboza una sonrisa en mi rostro, busco entre mis cosas un lápiz y anoto unas líneas más, incrédulo dejo de nuevo el papel en su lugar, me pregunto "¿por qué ella no está aquí?" quizá me observa desde algún lugar que considera seguro para sus letras, eso me hizo el día, memorice sus palabras y mi respuesta, me levanté y volví a tomar el camino más largo, con la diferencia que ahora pensaba en esas palabras.






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